miércoles, 27 de noviembre de 2013

DEFINICIÓN DE NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES (NEE)


NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES




Entendemos por Necesidades Educativas Especiales (NEE), al conjunto de medidas pedagógicas que se ponen en marcha para compensar las dificultades que presenta un alumno al acceder al currículo que le corresponde por edad.
 Dichas dificultadas son superiores al resto de los alumnos, por diversas causas: discapacidades, trastornos graves de conducta, altas capacidades intelectuales o por integración tardía en el sistema educativo.
 Las medidas pueden ser permanentes o temporales, adaptaciones de acceso al currículo o adaptaciones curriculares significativas en varias áreas del currículo.

De acuerdo a la ley vigente en materia educativa, LOE 2/2006 del 3 de Mayo, en la actualidad, hablamos de alumnos con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo cuando nos referimos a toda la casuística anterior y diferenciando con el término NEE sólo a aquellos alumnos con discapacidades o con trastornos de conducta.







SÍNDROME DE ASPERGER





Síndrome de Asperger 

Es un trastorno del desarrollo cerebral muy frecuente (de 3 a 7 por cada 1.000 niños de 7 a 16 años),
que tiene mayor incidencia en niños que niñas.
Que ha sido recientemente reconocido por la comunidad científica (Manual Estadístico de Diagnóstico de Trastornos Mentales en su cuarta edición en 1994 de la Asociación Psiquiátrica Americana [DSM-4: Diagnostic and Statistical Manual]),
siendo desconocido el síndrome entre la población general e incluso por muchos profesionales.

La persona que lo presenta tiene un aspecto normal, capacidad normal de inteligencia, frecuentemente, habilidades especiales en áreas restringidas, pero tiene problemas para relacionarse con los demás y en ocasiones presentan comportamientos inadecuados.
La persona Asperger presenta un pensar distinto. Su pensar es lógico, concreto e hiperrealista. Su discapacidad no es evidente, sólo se manifiesta al nivel de comportamientos sociales inadecuados proporcionándoles a ellos y sus familiares problema.
Ellos luchan sin descanso, con la esperanza de conseguir un futuro más amable en el que puedan comprender el complejo mundo de los seres humanos y ser aceptados tal como son.

CARACTERÍSTICAS DEL SÍNDROME DE ASPERGER:


Algunas de las características que presentan estos niños, cada niño las expresa de forma distinta. Si algunas de ellas se adaptan a su hijo, un familiar o conocido, es aconsejable que sea visto por un profesional (Psiquiatra infantil) que pueda establecer el diagnóstico adecuado.


HABILIDADES DE COMUNICACIÓN:

No suele mirarte a los ojos cuando te habla.
Interpreta literalmente frases como: "malas pulgas".
Se cree aquello que se le dice aunque sea disparatado.
No entiende las ironías (A ti no te gustan los helados), los dobles sentidos, ni los sarcasmos.
Habla en un tono alto y peculiar: como si fuera extranjero, cantarín o monótono como un robot.
Posee un lenguaje pedante, hiperformal o hipercorrecto, con un extenso vocabulario.
Inventa palabras o expresiones idiosincrásicas.
En ocasiones parece estar ausente (como en la luna), absorto en sus pensamientos.
Habla mucho.
Se interesa poco por lo que dicen los otros.
Le cuesta entender una conversación larga.
Cambia de tema cuando está confuso.


HABILIDADES DE COMPRENSIÓN:
Le cuesta trabajo entender el enunciado de un problema con varias frases y necesita que le ayuden explicándoselo por partes.
Tiene dificultad en entender una pregunta compleja y tarda en responder.
A menudo no comprende la razón por la que se le riñe, se le critica o se le castiga.
Tiene una memoria excepcional para recordar datos, por ejemplo: fechas de cumpleaños, hechos y eventos.
Aprendió a leer solo o con escasa ayuda a una edad temprana.
Su juego simbólico es escaso (juega poco con muñecos)
En general demuestra escasa imaginación y creatividad.
Es original al enfocar un problema o al darle una solución.
Tiene un sentido del humor peculiar.
Le es difícil entender cómo debe portarse en una situación social determinada.


INTERESES ESPECÍFICOS:
Está fascinado por algún tema en particular y selecciona con avidez información o estadísticas sobre ese interés.
Por ejemplo, los números, vehículos, mapas, clasificaciones ligueras o calendarios.
Ocupa la mayor parte de su tiempo libre en pensar, hablar o escribir sobre su tema.
Suele hablar de los temas que son de su interés sin darse cuenta si el otro se aburre.
Repite compulsivamente ciertas acciones o pensamientos. Eso le da seguridad.
Le gusta la rutina. No tolera bien los cambios imprevistos (rechaza un salida inesperada).
Tiene rituales elaborados que deben ser cumplidos. Por ejemplo, alinear los juguetes antes de irse a la cama.


OTRAS CARACTERÍSTICAS:
Miedo, angustia o malestar debido a sonidos ordinarios, como aparatos eléctricos.
Ligeros roces sobre la piel o la cabeza.
Llevar determinadas prendas de ropa.
Ruidos inesperados (la bocina de un coche).
La visión de ciertos objetos comunes
Lugares ruidosos y concurridos.
Ciertos alimentos por su textura, temperatura.
Una tendencia a agitarse o mecerse cuando está excitado o angustiado.
Una falta de sensibilidad a niveles bajos de dolor.
Tardanza en adquirir el habla, en pocos casos.
Muecas, espasmos o tics faciales extraños.



Trastorno Déficit Atencional (TDA-TDAH)



¿Qué es el Déficit Atencional?


El Trastorno de Déficit Atencional (TDA), Trastorno Hipercinético o Síndrome de Déficit
Atencional, es un trastorno de inicio temprano, que surge en los primeros 7 años de la niñez
y se caracteriza por un comportamiento generalizado que presenta dificultades de atención
(inatención o desatención), impulsividad y, en algunos casos, hiperactividad. Este comportamiento
se da en más de un contexto o situación (hogar, escuela u otro) y afecta a los niños y niñas en sus
relaciones con su entorno familiar, social y educativo evidenciándose con mayor claridad cuando
inician su experiencia educativa formal: la incorporación al establecimiento escolar.
En general, dentro de este Trastorno se identifican can dos tipos.

1-Trastorno de Déficit Atencional sin Hiperactividad (TDA sin Hiperactividad):
Niños y niñas que no presentan hiperactividad asociada a las dificultades de atención. Son niños
y niñas tranquilos(as) que parecieran “estar en la luna”. 

2-Trastorno de Déficit Atencional con Hiperactividad (TDA/H)
Niños y niñas que además de las dificultades de atención presentan dificultades para controlar sus impulsos (impulsividad) y un permanente y excesivo movimiento sin un objetivo concreto (hiperactividad).

¿A partir de qué edad se puede decir que un niño presenta Trastorno de Déficit Atencional?

Si bien este trastorno tiene un comienzo temprano, sus síntomas usualmente se reconocen una
vez que el niño o niña inicia su educación formal, ya que el centro educativo, independiente de
sus características específicas, les demanda un comportamiento más estructurado y períodos
mas prolongados de atención y concentración que, aunque adecuados a su edad, el niño o la niña
con TDA tienen dificultades para lograr.
Usualmente el diagnóstico se realiza a partir de los 6 años de edad, aun cuando en el 70% de
los casos se recoge, a través de la historia, la presencia de conductas típicas del Trastorno desde
antes de los 3 años. Los especialistas que habitualmente están involucrados en este proceso son
el Pediatra, Médico familiar, Neurólogo, Psiquiatra Infantil, Psicólogo y Psicopedagogo. En el
ámbito de la Salud Pública el proceso de evaluación se inicia en el Consultorio de Salud al cual
pertenece el niño o niña.

Tratamiento psicopedagógico para el TDAH en niños y adolescentes

La intervención psicopedagógica constituye un pilar fundamental en el tratamiento combinado del TDAH, pues comprenderá desde las intervenciones encaminadas a mejorar el rendimiento académico del niño o adolescente (mediante reeducación psicopedagógica) hasta aquellas dirigidas a la mejora del entorno escolar y, por lo tanto, de su adaptación a éste (mediante un programa de intervención en la escuela y la formación a los docentes).
La reeducación psicopedagógica es un refuerzo escolar individualizado que se lleva a cabo después del horario escolar y que tiene como objetivo paliar los efectos negativos del TDAH en el niño o adolescente que lo presenta, en relación a su aprendizaje o competencia académica. Se trabaja sobre la repercusión negativa del défi cit de atención, la impulsividad y la hiperactividad en el proceso del aprendizaje escolar.
La reeducación psicopedagógica debe incluir acciones encaminadas a:
• Mejorar el rendimiento académico de las diferentes áreas, las instrumentales y aquellas más específi cas para cada curso escolar. 
• Trabajar los hábitos que fomentan conductas apropiadas para el aprendizaje (como el manejo del horario y el control de la agenda escolar) y las técnicas de estudio (prelectura, lectura atenta, análisis y subrayado, síntesis y esquemas o resúmenes).
 
• Elaborar y enseñar estrategias para la preparación y elaboración de exámenes
 
• Mejorar la autoestima en cuanto a las tareas y el estudio, identifi cando habilidades positivas y aumentando la motivación por el logro.
 
• Enseñar y reforzar conductas apropiadas y facilitadoras de un buen estudio y cumplimiento de tareas.
• Reducir o eliminar comportamientos inadecuados, como conductas desafiantes o malos hábitos de organización.
• Mantener actuaciones de coordinación con el especialista que trate al niño y con la escuela para establecer objetivos comunes y ofrecer al docente estrategias para el manejo del niño o adolescente con TDAH en el aula.
 
• Intervenir con los padres para enseñarles a poner en práctica, monitorizar y reforzar el uso continuado de las tareas de gestión y organización del estudio en el hogar.
Los niños con TDAH requieren, de forma individualizada y para cada uno de ellos, un programa de intervención en la escuela que incluya tanto acciones académicas o de instrucción, como conductuales. Estos programas deben implicar a la mayor parte del cuadro docente para facilitar su eficacia, recogiendo:
• Aquellas acciones que hacen referencia a la metodología (la forma de dar instrucciones, de explicar los contenidos académicos, o la asignación de deberes y tareas).
• Aquellas que refieren al entorno de trabajo (la situación física del niño o adolescente en el aula, el ambiente estructurado y motivador o la eliminación de elementos distractores).
 
• Aquellas que refieren a la mejora del comportamiento del niño o adolescente (la supervisión constante, las tutorías individualizadas y el uso de técnicas conductuales).
La formación a docentes permite que éstos reciban psicoeducación sobre el trastorno, modifiquen pensamientos y opiniones en cuanto a los niños y adolescentes con TDAH, se entrenen en pautas de conducta y se capaciten para la detección de señales de alerta del TDAH, favoreciendo así la detección precoz.





miércoles, 6 de noviembre de 2013

QUE ES LA DISCALCULIA


LA DISCALCULIA

La discalculia o dificultades en el aprendizaje de las matemáticas (DAM) es una dificultad de aprendizaje específica en matemáticas es el equivalente a la dislexia solo que en lugar de tratarse de los problemas que enfrenta un niño para expresarse correctamente en el lenguaje, se trata en esta ocasión de dificultad para comprender y realizar cálculos matemáticos , afecta a un porcentaje de la población infantil (entre el 3% y el 6%), y desafortunadamente esta anomalía casi nunca se diagnostica y trata adecuadamente. Como la dislexia, la discalculia puede ser causada por un déficit de percepción visual o problemas en cuanto a la orientación El término discalculia se refiere específicamente a la incapacidad de realizar operaciones de matemáticas o aritméticas. Es una discapacidad relativamente poco conocida. De hecho, se considera una variación de la dislexia. Quien padece discalculia por lo general tiene un cociente intelectual normal o superior, pero manifiesta problemas con las matemáticas, señas y direcciones, etc.

CARACTERÍSTICAS
La discalculia se caracteriza por la presencia de dificultades en:
  • Perceptivo-visuales
  • Dificultades amnésicas
  • Orientación espacial
  • Esquema corporal
  • Figura y longitud
  • Distancia y tamaño

SÍNTOMAS

  • Dificultades frecuentes con los números, confusión de los signos: +, -, / y ×, reversión o transposición de números, etc.
  • Dificultades con tablas de itinerarios, calculo mental, señas y direcciones, etc.
  • Buena capacidad en materias como ciencias y geometría hasta que se requiere un nivel más alto que exige usar las matemáticas.
  • Dificultad con los conceptos abstractos del tiempo y la dirección.
  • Incapacidad para realizar planificación financiera o presupuestos.
  • Incapacidad para comprender y recordar conceptos, reglas, fórmulas, secuencias matemáticas (orden de operaciones).
  • Dificultad para llevar la puntuación durante los juegos.

POSIBLES SOLUCIONES.

  • Anime a los estudiantes a “visualizar” los problemas de matemáticas y deles tiempo suficiente para ello mismo.
  • Dótelos de estrategias cognitivas que les faciliten el cálculo mental y el razonamiento visual.
  • Adapte los aprendizajes a las capacidades del alumno, sabiendo cuales son los canales de recepción de la información básicos para éste.
  • Haga que el estudiante lea problemas en voz alta y escuche con mucha atención. A menudo, las dificultades surgen debido a que una persona discalcúlica no comprende bien los problemas de matemáticas.
  • Dé ejemplos e intente relacionar los problemas a situaciones de la vida real.
  • Proporcione hojas de trabajo que no tengan amontonamiento visual.
  • Los estudiantes discalcúlicos deben invertir tiempo extra en la memorización de hechos matemáticos. La repetición es muy importante. Use ritmo o música para ayudar con la memorización.
  • Permita al estudiante hacer el examen de manera personalizada en presencia del maestro.
  • No regañe al estudiante ni le tenga lástima. Pórtese con él como con cualquiera otra persona

VÍDEO DISLEXIA

¿Qué es la dislexia?


¿Qué es la dislexia?
El término dislexia se emplea para designar un síndrome o conjunto de causas determinado, que se manifiesta como una dificultad para la distinción y memorización de letras o grupos de letras, falta de orden y ritmo en la colocación, mala estructuración de frases, etc.; que se hace patente tanto en la lectura como en la escritura.
¿Qué es lo que origina la dislexia?
La dislexia es el efecto de múltiples causas, que pueden agruparse entre dos polos. De una parte los factores neurofisiológicos, por una maduración más lenta del sistema nervioso y de otra los conflictos psíquicos, provocados por las presiones y tensiones del ambiente en que se desenvuelve el niño.
Estos factores llevan a la formación de grupos de problemas fundamentales, que se encuentran en la mayor parte de los trastornos del disléxico, cuya gravedad e interdependencia es distinta en cada individuo.
Por lo tanto, la dislexia sería la manifestación de una serie de trastornos que en ocasiones pueden presentarse de un modo global, aunque es más frecuente que aparezcan algunos de ellos de forma aislada. Estos trastornos son:
Mala lateralización: La lateralidad es el proceso mediante el cual el niño va desarrollando la preferencia o dominancia de un lado de su cuerpo sobre el otro. Nos referimos a las manos y los pies. Si el predominio es del lado derecho, es un sujeto diestro; si es del lado izquierdo, se denomina zurdo; y si no se ha conseguido un dominio lateral en algunos de los lados, se llama ambidiestro.
En general, la lateralidad no está establecida antes de los 5 ó 6 años, aunque algunos niños ya manifiestan un predominio lateral desde muy corta edad.
Los niños que presentan alguna alteración en la evolución de su lateralidad, suelen llevar asociados trastornos de organización en la visión del espacio y del lenguaje que vienen a constituir el eje de la problemática del disléxico.
El mayor número de casos disléxicos se da en los niños que no tienen un predominio lateral definido La lateralidad influye en la motricidad, de tal modo que un niño con una lateralidad mal definida suele ser torpe a la hora de realizar trabajos manuales y sus trazos gráficos suelen ser descoordinados.
Alteraciones de la psicomotricidad: Es muy frecuente que los niños disléxicos, con o sin problemas de lateralidad, presenten alguna alteración en su psicomotricidad (relación entre las funciones motoras y psicológicas). Se trata de inmadurez psico-motriz, es decir, torpeza general de movimientos. En el niño disléxico estas anomalías no se dan aisladas, sino que acompañan al resto de los trastornos específicos como:
Falta de ritmo: Que se pone de manifiesto tanto en la realización de movimientos como en el lenguaje, con pausas mal colocadas, que se harán patentes en la lectura y en la escritura.
Falta de equilibrio: suelen presentar dificultades para mantener el equilibrio estático y dinámico. Por ejemplo, les cuesta mantenerse sobre un pie, saltar, montar en bicicleta, marchar sobre una línea, etc.
Conocimiento deficiente del esquema corporal. Muy unido a la determinación de la lateralidad y a la psicomotricidad está el conocimiento del esquema corporal y sobre todo la distinción de derecha-izquierda, referida al propio cuerpo. Así el niño diestro (normalmente escribe, come, etc. con la mano derecha) y el zurdo (escribe, come...con la izquierda) tienen su mano derecha e izquierda, respectivamente, como puntos de referencia fundamentales sobre los que basar su orientación espacial. El niño mal lateralizado, al poseer una imagen corporal deficiente, carece de los puntos de referencia precisos para su correcta orientación. El cuerpo sitúa al sujeto en el espacio y es a partir del cuerpo como se establecen todos los puntos de referencia por medio de los cuales se organiza toda actividad. 
Trastornos perceptivos: Toda la percepción espacial está cimentada sobre la estructura fundamental del conocimiento del cuerpo. Se sitúan los objetos teniendo en cuenta que la posición del espacio es relativa, una calle no tiene realmente ni derecha ni izquierda, dependiendo ésta de la posición donde esté situada la persona.
También el concepto que tenga de arriba-abajo, delante-detrás, referido a sí mismo, lo proyectará en su conocimiento de las relaciones espaciales en general.
Del mismo modo, en la lectura y la escritura, el niño tiene que fundamentarse en sus coordenadas arriba-abajo, derecha-izquierda, delante-detrás; y plasmarlas en la hoja de papel y en la dirección y forma de cada signo representado. El niño que no distinga bien arriba-abajo tendrá dificultades para diferenciar las letras.
Características del niño disléxico
Falta de atención. Debido al esfuerzo intelectual que tienen que realizar para superar sus dificultades perceptivas específicas, suelen presentar un alto grado de fatigabilidad. Por esta causa los aprendizajes de lectura y escritura le resultan áridos, sin interés, no encontrando en ellos ningún atractivo que reclame su atención.
Desinterés por el estudio. La falta de atención, unida a un medio familiar y escolar poco estimulantes, hacen que se desinteresen por las tareas escolares. Así, su rendimiento y calificaciones escolares son bajos.
Inadaptación personal. El niño disléxico, al no orientarse bien en el espacio y en el tiempo, se encuentra sin puntos de referencia o de apoyo, presentando en consecuencia inseguridad y falta de estabilidad en sus reacciones. Como mecanismo de compensación, tiene una excesiva confianza en sí mismo e incluso vanidad, que le lleva a defender sus opiniones a ultranza.
Manifestaciones escolares
La dislexia se manifiesta de una forma más concreta en el ámbito escolar, en las materias básicas de lectura y escritura. Según la edad del niño, la dislexia presenta unas características determinadas que se pueden agrupar en tres niveles de evolución. De modo que aunque el niño disléxico supere las dificultades de un nivel, se encuentra con las propias del siguiente. De esta forma, la reeducación hará que éstas aparezcan cada vez más atenuadas o que incluso lleguen a desaparecer con la rehabilitación. A continuación realizamos un análisis por rangos de edad.
Niños de edades comprendidas entre los 4 y los 6 años
Esta etapa coincide con la etapa preescolar. Los niños están iniciándose en la escritura y en la lectura, pero como no se ha producido la adquisición total de éstas, los trastornos que presenten serán una predisposición a la dislexia y se harán patentes en el próximo nivel o en edades más avanzadas.
Las alteraciones se manifiestan más bien en el área del lenguaje, dentro de éstas podemos destacar:
  • Supresión de fonemas, por ejemplo "bazo" por "brazo", o "e perro" por " el perrro".
  • Confusión de fonemas, por ejemplo "bile" por "dile".
  • Pobreza de vocabulario y de expresión junto con una comprensión verbal baja.
  • Inversiones, que pueden ser fonemas dentro de una sílaba, o de sílabas dentro de una palabra. Por ejemplo: "pardo" por "prado"y "cacheta" por "chaqueta".
  • Mala estructuración del conocimiento del esquema corporal.
  • Dificultad para distinguir colores, tamaños, formas...
  • Torpeza motriz con poca habilidad para los ejercicios manuales y para realizar la escritura.
Niños de edades comprendidas entre los 6 y los 9 años
En este periodo la lectura y la escritura ya deben estar adquiridas por el niño con un cierto dominio y agilidad. Es en esta etapa donde el niño disléxico se encuentra con más dificultades y pone más de manifiesto su trastorno.
Las manifestaciones más corrientes en este periodo son:
  • Confusiones sobre todo en aquellas letras que tienen una similitud En su forma y en su sonido, por ejemplo : "d" por "b"; "p" por "q"; "b" por "g"; "u" por "n"; "g" por "p"; "d" por "p".
  • Dificultad para aprender palabras nuevas.
  • Inversiones en el cambio de orden de las letras, por ejemplo "amam" por "mama"; "barzo" por "brazo"; "drala" por "ladra".
  • Omisión o supresión de letras, por ejemplo "árbo" por "árbol".
  • Sustitución de una palabra por otra que empieza por la misma sílaba o tiene sonido parecido, por ejemplo: "lagarto" por "letardo".
  • Falta de ritmo en la lectura, saltos de línea o repetición de la misma.
  • En la escritura sus alteraciones principales son en letras sueltas.
  • En una fase más avanzada, cuando escribe comienza a hacerlo por la derecha y termina la palabra o frase por la izquierda, y sólo es legible si leemos la cuartilla con un espejo, con la consiguiente alteración en la colocación de las líneas.
  • Mezcla de letras minúsculas y mayúsculas. 
Niños mayores de 9 años
  • En el lenguaje tienen dificultades para construir frases correctamente, y conjugar los tiempos de los verbos.
  • La comprensión y la expresión son bajas para su capacidad mental.
  • La lectura suele ser mecánica, lo que les hace tener poco gusto por la lectura, debido al esfuerzo del niño en centrarse en descifrar palabras, sin atender al significado de las mismas.
  • Presentan dificultades para manejar el diccionario.
  • En la escritura es frecuente el agarrotamiento y cansancio muscular. La caligrafía es irregular y poco elaborada.
La recuperación del niño disléxico
El diagnóstico y la prevención deben empezar lo antes posible, desde el momento en que se observen las primeras anomalías. De este modo se evitan muchos problemas de inadaptación escolar y personal. Aunque la intervención se haga tempranamente, no se eliminan por completo las alteraciones, sino que en la mayoría de los casos hay que ir saliendo al paso de las dificultades que se van presentando, por lo que es aconsejable continuar con una tratamiento de mantenimiento.
El plan de recuperación en edad escolar está centrado en el área del lenguaje y en la inmadurez perceptiva y manual. Las actividades abarcan los siguientes aspectos:
  • Ejercicios de actividad mental: de atención y memoria, organizar y ordenar elementos, observar y distinguir unos objetos de otros.
  • Ejercicios perceptivos y manuales: reconocer y agrupar objetos según el color, según el tamaño y la forma.
  • Ejercicios para la adquisición del conocimiento de su propio cuerpo.
  • Ejercicios de equilibrio estático: mantenerse sobre un pie, mantenerse de puntillas, etc.
  • Ejercicios de equilibrio dinámico: saltar sobre dos pies, saltar con un pie, etc
  • Ejercicios espaciales (abajo-arriba, delante-detrás, etc.)
  • Ejercicios de lenguaje: nombrar y definir objetos, dibujos, contar cuentos.
  • Ejercicios para conocer su propio cuerpo: señalar partes del cuerpo, decirlas por su nombre, etc.
  • Ejercicios de lectura y preescritura, son ejercicios que ayudan a seguir el movimiento y reconocimiento de las letras, en este nivel se ejercita el aprendizaje de las vocales, consonantes y de los números. Para conseguirlo, además de los ejercicios de caligrafía, se utilizan las actividades con plastilina, pintura de dedos, recortado de figuras, picado, etc.
Todos estos ejercicios de rehabilitación del disléxico deben aumentar su complejidad en función de la edad cronológica del niño, y estimular y adquirir aquellos aprendizajes en donde se haya quedado estancado.