¿Qué es el Déficit Atencional?
El Trastorno de Déficit Atencional (TDA), Trastorno Hipercinético o Síndrome de Déficit
Atencional,
es un trastorno de inicio temprano, que surge en los primeros 7 años de la
niñez
y se
caracteriza por un comportamiento generalizado que presenta dificultades de
atención
(inatención o
desatención), impulsividad y, en algunos casos, hiperactividad. Este
comportamiento
se da en más
de un contexto o situación (hogar, escuela u otro) y afecta a los niños y niñas
en sus
relaciones
con su entorno familiar, social y educativo evidenciándose con mayor claridad
cuando
inician su
experiencia educativa formal: la incorporación al establecimiento escolar.
En general,
dentro de este Trastorno se identifican can dos tipos.
1-Trastorno de Déficit Atencional sin Hiperactividad (TDA sin Hiperactividad):
Niños y niñas
que no presentan hiperactividad asociada a las dificultades de atención. Son
niños
y niñas tranquilos(as) que parecieran “estar en
la luna”. 2-Trastorno de Déficit Atencional con Hiperactividad (TDA/H)
Niños y niñas
que además de las dificultades de atención presentan dificultades para
controlar sus impulsos (impulsividad) y un permanente y
excesivo movimiento sin un objetivo concreto (hiperactividad).
¿A partir de qué edad se puede decir que un niño presenta Trastorno de
Déficit Atencional?
Si bien este
trastorno tiene un comienzo temprano, sus síntomas usualmente se reconocen una
vez que el
niño o niña inicia su educación formal, ya que el centro educativo,
independiente de
sus
características específicas, les demanda un comportamiento más estructurado y
períodos
mas
prolongados de atención y concentración que, aunque adecuados a su edad, el
niño o la niña
con TDA
tienen dificultades para lograr.
Usualmente el
diagnóstico se realiza a partir de los 6 años de edad, aun cuando en el 70% de
los casos se
recoge, a través de la historia, la presencia de conductas típicas del
Trastorno desde
antes de los
3 años. Los especialistas que habitualmente están involucrados en este proceso
son
el Pediatra,
Médico familiar, Neurólogo, Psiquiatra
Infantil, Psicólogo y Psicopedagogo. En el
ámbito de la
Salud Pública el proceso de evaluación se inicia en el Consultorio de Salud al
cual
pertenece el
niño o niña.
Tratamiento psicopedagógico para el TDAH en niños y
adolescentes
La
intervención psicopedagógica constituye un pilar fundamental en el tratamiento
combinado del TDAH, pues comprenderá desde las intervenciones encaminadas a
mejorar el rendimiento académico del niño o adolescente (mediante reeducación
psicopedagógica) hasta aquellas dirigidas a la mejora del entorno escolar y,
por lo tanto, de su adaptación a éste (mediante un programa de intervención en
la escuela y la formación a los docentes).
La reeducación psicopedagógica es un refuerzo escolar individualizado que se lleva
a cabo después del horario escolar y que tiene como objetivo paliar los efectos
negativos del TDAH en el niño o adolescente que lo presenta, en relación a su
aprendizaje o competencia académica. Se trabaja sobre la repercusión negativa
del défi cit de atención, la impulsividad y la hiperactividad en el proceso del
aprendizaje escolar.
La
reeducación psicopedagógica debe incluir acciones encaminadas a:
•
Mejorar el rendimiento académico de las diferentes áreas, las instrumentales y
aquellas más específi cas para cada curso escolar.
• Trabajar los hábitos que fomentan conductas apropiadas para el aprendizaje (como el manejo del horario y el control de la agenda escolar) y las técnicas de estudio (prelectura, lectura atenta, análisis y subrayado, síntesis y esquemas o resúmenes).
• Elaborar y enseñar estrategias para la preparación y elaboración de exámenes
• Mejorar la autoestima en cuanto a las tareas y el estudio, identifi cando habilidades positivas y aumentando la motivación por el logro.
• Enseñar y reforzar conductas apropiadas y facilitadoras de un buen estudio y cumplimiento de tareas.
• Reducir o eliminar comportamientos inadecuados, como conductas desafiantes o malos hábitos de organización.
• Mantener actuaciones de coordinación con el especialista que trate al niño y con la escuela para establecer objetivos comunes y ofrecer al docente estrategias para el manejo del niño o adolescente con TDAH en el aula.
• Intervenir con los padres para enseñarles a poner en práctica, monitorizar y reforzar el uso continuado de las tareas de gestión y organización del estudio en el hogar.
• Trabajar los hábitos que fomentan conductas apropiadas para el aprendizaje (como el manejo del horario y el control de la agenda escolar) y las técnicas de estudio (prelectura, lectura atenta, análisis y subrayado, síntesis y esquemas o resúmenes).
• Elaborar y enseñar estrategias para la preparación y elaboración de exámenes
• Mejorar la autoestima en cuanto a las tareas y el estudio, identifi cando habilidades positivas y aumentando la motivación por el logro.
• Enseñar y reforzar conductas apropiadas y facilitadoras de un buen estudio y cumplimiento de tareas.
• Reducir o eliminar comportamientos inadecuados, como conductas desafiantes o malos hábitos de organización.
• Mantener actuaciones de coordinación con el especialista que trate al niño y con la escuela para establecer objetivos comunes y ofrecer al docente estrategias para el manejo del niño o adolescente con TDAH en el aula.
• Intervenir con los padres para enseñarles a poner en práctica, monitorizar y reforzar el uso continuado de las tareas de gestión y organización del estudio en el hogar.
Los
niños con TDAH requieren, de forma individualizada y para cada uno de ellos, un programa de intervención en la
escuela que
incluya tanto acciones académicas o de instrucción, como conductuales. Estos
programas deben implicar a la mayor parte del cuadro docente para facilitar su
eficacia, recogiendo:
•
Aquellas acciones que hacen referencia a la metodología (la forma de dar
instrucciones, de explicar los contenidos académicos, o la asignación de
deberes y tareas).
• Aquellas que refieren al entorno de trabajo (la situación física del niño o adolescente en el aula, el ambiente estructurado y motivador o la eliminación de elementos distractores).
• Aquellas que refieren a la mejora del comportamiento del niño o adolescente (la supervisión constante, las tutorías individualizadas y el uso de técnicas conductuales).
• Aquellas que refieren al entorno de trabajo (la situación física del niño o adolescente en el aula, el ambiente estructurado y motivador o la eliminación de elementos distractores).
• Aquellas que refieren a la mejora del comportamiento del niño o adolescente (la supervisión constante, las tutorías individualizadas y el uso de técnicas conductuales).
La formación a docentes permite que éstos reciban
psicoeducación sobre el trastorno, modifiquen pensamientos y opiniones en
cuanto a los niños y adolescentes con TDAH, se entrenen en pautas de conducta y
se capaciten para la detección de señales de alerta del TDAH, favoreciendo así
la detección precoz.
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